Nuestra piedra de hoy está formada por una mezcla de silicatos de: magnesio, hierro, calcio y aluminio y tiene una dureza de 7 a 7.5 en la escala de Mohs.
Se dice que su nombre deriva de la fruta “granada”, que a su vez, viene del latín “granatus” (con granos). La verdad es que los jugosos granitos de las granadas se parecen mucho al granate, tanto en el color como en el brillo.
Es el perfecto sustituto del rubí, aunque con mucha diferencia en el valor económico. El granate está considerado como una piedra semipreciosa, mientras que el rubí tiene la categoría de piedra preciosa.
El color más común y conocido es el rojo intenso, al que comúnmente le llamamos “color granate”, pero hay variantes que pueden tener otro tono, e inclusive, poseen otros nombres como por ejemplo:
Ø La Majorita, que es de un tono entre pardo y púrpura;
Ø La Grosularia, de un amarillo tierra;
Ø El Almandino que es dorado;
Ø El Piropo, de un rojo sangre o vino tinto, entre otras.
No es una piedra difícil de encontrar, ya que en nuestro generoso planeta hay suficientes yacimientos de granates, así que sólo nombraré algunos lugares donde su producción es abundante e importante: Estados Unidos de América, Brasil, Austria, Checoslovaquia, Sudáfrica, Tanzania, Zaire.
TIPS, HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS:
Ø Hace más de 5.000 años, en aquellos lugares donde el granate era abundante, los artesanos de la época, lo usaban mucho como ornamento, además de hacer algunas esculturas, generalmente de poco tamaño.
Ø Los Cruzados, cuando iban a la guerra, llevaban consigo algún granate para cortar las hemorragias en caso de resultar heridos.
Ø Una antigua leyenda oriental decía que los granates nacían de las cabezas de las serpientes y que les servían de guías al reptil hasta su muerte.
Ø Es una piedra que se le atribuyen poderes tanto protectores y buenos, como destructivos. Todo depende de quien la lleve. Dicen que cuando un granate oscurece, es presagio de peligro.
Ø A finales de la década de los sesenta, se encontró en África una rara piedra de granate de color verde claro. Se le bautizó con el nombre de Tsavorita y dicen que es tan brillante que el observarla es como mirar el sol a través de las hojas. ¡Cómo me gustaría poder ver una! Yo, particularmente, nunca he visto un granate que no fuera del color que su nombre indica: granate.
Ø Es un estimulante de la lívido, porque actúa como afrodisíaco natural y por si esto fuera poco, algunos le confieren el poder de adivinar los pensamientos.
Ø El granate es el símbolo de la amistad y la fidelidad (raro binomio, hoy en día).
Sé que algunos lectores del magazine y de mi sección se interesaron mucho por la alejandrita, pues bien, a ellos en particular les comento, que la caprichosa naturaleza creó un tipo de granate que se encontró en Madagascar y en Malasia, que también cambia de color. Con la luz natural del día puede ser pardo o gris y con luz incandescente pasa a rojo intenso. Este tipo de granate es muy raro y escaso, inclusive algunos gemólogos lo asemejan en categoría a la mismísima alejandrita, ya que su precio por quilate, se puede tasar en miles de dólares. Así es como una piedra común y considerada semipreciosa, como lo es el granate, también puede tener ejemplares, que por su belleza y escasez, adquieren el título de “piedra preciosa”.
No sé por qué y de repente, me vino a la mente el cuento del patito feo, convertido en magnífico cisne. Ya saben que a medida que escribo voy diciendo lo que pienso y como las piedras me inspiran…
Anuchy Ulloa
No hay comentarios:
Publicar un comentario