En la palabra "divagar", encierro el contenido de mi blog.Divagar, según el diccionario es vagar, andar de un lado para el otro. En este blog trato de compartir algo de lo mucho que escribo, alguna música que me gusta y, también, mi pasión por las piedras, las cuales estudié por muchos años. Es tan sólo un divagar...
Como ya comenté al comienzo, tengo una sección mensual en la revista Neidan Magazine. Se llama "LAS PIEDRAS DEL CAMINO", y como su nombre lo indica, en cada entrega hablo sobre una piedra diferente, incluyendo algunos de sus mitos, historias y leyendas.
Aquí les dejo el link para que, si la curiosidad los asalta, lo puedan ver:
Recuerdos entre las Zarzas, es la primera novela que he publicado. Una vez terminado el manuscrito, decidí que aunque quizás ésta no fuera "la más comercial", debía ser la primera obra en salir al mercado. Conseguirlo supuso un trabajo titánico. Alguien muy allegado a mi al enterarse de mi proyecto, me dijo: "No sabes en lo que te estás metiendo, muchos escritores nobeles quedan atrapados a mitad de camino, cercados por las puertas cerradas de las editoriales". Reconozco que sus palabras me asustaron un poco...
...pero tanto fue el cántaro a la fuente que se rompió y de él salió mi querida Recuerdos entre las Zarzas.
Si tienen a bien leerla, espero que les guste y la disfruten tanto como yo.
Me despido hasta la próxima y no sin antes compartir con ustedes el resumen que aparece en la contraportada:
La guerra y sus consecuencias dieron origen a un grupo de historias, vidas y personajes marcados por las separaciones, los éxodos, las pérdidas, la lucha por la supervivencia, el desarraigo y el intento por recuperar la felicidad. Al tiempo que se plantean las interrogantes que siempre han acompañado al hombre: ¿quién soy?; ¿qué necesito?; ¿a dónde voy?; ¿qué he hecho bien o mal?; ¿Cuál es el camino? Y, finalmente, ¿por qué? A lo largo del relato, mientras se desarrolla la vida de los protagonistas, se dibujan imágenes del viejo mundo con sus paisajes, su gente y sus poblados, que van dejando paso al vasto nuevo continente: una América llena de sueños y proyectos; fértil, mágica y frondosa. Ambos mundos están unidos por las espinas y los dulces frutos de las zarzas.
