miércoles, 15 de febrero de 2012

EL RUBÍ

Hace algún tiempo, una vecina al verme entrar en el ascensor, me dijo: “¡Feliz Año, vecina!”. Me quedé un poco desconcertada porque era finales de Marzo pero igual le respondí: “Gracias e igualmente”. Ahora, en pleno Febrero, les digo a todos ustedes: ¡Feliz Año, amigos! Sin duda, ya logré entender el extemporáneo saludo de aquella señora tan amable. La felicitación de ella estaba tan fuera de tiempo como ahora la mía, pero si tomamos en cuenta que era la primera vez que me veía desde el año anterior, ya cobra sentido. Como mi primera entrega (nueva) del 2.012 es en Febrero, igual que mi vecina, considero que debo felicitarlos aunque ya sé que con un poco de retraso. En fin, tras éste pequeño inciso, comienzo ya con mis adoradas piedras.

Estuve deliberando sobre cuál debería abrir camino a este año y decidí que fuera el rubí porque es una gema símbolo de fuerza, coraje, entereza y pasión y es así como uno debe empezar un nuevo ciclo.

El rubí, al igual que el zafiro, pertenece a la familia de los corindones y ambos son dos, de los cuatro puntales de las reconocidas “piedras preciosas”. El corindón ( zafiro) puede tener diferentes colores aunque el más conocido es el azul, pero el corindón rojo, sólo el rojo, adopta el nombre de rubí.

El rubí debe su color a la presencia de hierro y cromo en su composición. Químicamente es un óxido de aluminio. Tiene una dureza de 9 en la escala de Mohs y sus yacimientos principales se encuentran en Birmania, India, Sri Lanka, Tailandia, Sudáfrica, Australia y Groenlandia. En nuestra América podría destacar EEUU, Brasil y Colombia.

TIPS, HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

Ø  Su color varía dependiendo del contenido de hierro y cromo y puede oscilar entre el rojo pálido –casi rosa- al rojo más intenso que, por cierto, es el más cotizado y se conoce con el nombre de “sangre de paloma” o “sangre de pichón”. Estos son de un rojo puro y vivo, a la vez que cristalino. Sólo se consiguen en las minas de Myanmar (Birmania), las mejores del mundo.
Ø  Se dice que el rubí fue la piedra más preciosa de las doce que Dios hizo al crear todas las cosas. Por mandato de Dios fue ordenado colocar un rubí en el cuello de Aarón (hermano mayor de Moisés y primer Sumo Sacerdote de los judíos).
Ø  Por siglos, los curanderos y aquellos que ejercían la medicina creían que si se ponía un rubí en la zona del cuerpo que estaba afectada por una dolencia, la piedra curaría ese padecimiento.
Ø  En la antigüedad, la gente creía que los planetas y las estrellas del cosmos se presentaban en La Tierra reflejados en las piedras, y el rubí representaba al  planeta rojo ( Marte) y, también, al recientemente destronado de su categoría de planeta: Plutón.
Ø  Durante cientos de años, el rubí ha sido la gema más valorada a nivel mundial. Incluso hoy en día, que no hay forma de “destronar” al diamante, hay algunos rubíes que en iguales condiciones de peso y pureza han podido superarlo en valor porque, en este cristal rojo, lograr tallas superiores a los 5 quilates es muy difícil, algo que no ocurre con el diamante.
Ø  Al rubí se le vincula con el elemento fuego y, por supuesto, al corazón.
Ø  Como es la piedra de la pasión, también se le asocia a la lujuria.
Ø  Uno de los rubíes más grandes y famosos de la historia, fue encontrado en 1918, en el Día del Armisticio, y se le bautizó como “Rubí de la Paz”.
Ø  En los países orientales, al rubí se le llamaba “gota de sangre de la Madre Tierra” y es que si alguno de ustedes ha tenido la ocasión de ver un “Sangre de Paloma”, se darán cuenta que no iban fuera de camino.
Ø  Algunos fanáticos de esta preciosa gema, dicen que al rubí le gusta estar sólo con su dueño, sin compartir con otras piedras, de manera que si está montado en alguna prenda de joyería, quiere ser el único protagonista…¡Qué posesivo es!, pero muy a pesar de él, tengo que decir que siempre que he visto un rubí engastado en una joya, tenía diamantes al lado y es que ambos hacen un binomio magnífico aunque es bien cierto que se hacen competencia.
Ø  Hasta en la Sagrada Biblia hay referencias del bello rubí. Citaré dos:
“¿Quién puede encontrar a una mujer virtuosa?  Su precio es muy superior al de los rubíes”
“La sabiduría es mejor que los rubíes”

Bueno amigos, les voy a obsequiar con todo el cariño del mundo un pedacito de una poesía mía, que escribí hace pocos meses. Es para que vean que las piedras, siempre están en mi camino…
                “...él, jugando con mi cabello que revoloteaba al aire,
                    Meciéndome entre sus brazos a mi oído susurró:
                    Ojos de ámbar caramelo,
                    Fina piel de perla clara,
                    Brillo de rubí en tus labios,
                    Alma de niña encantada.
                    Te amo cuando te veo,
                    Desespero si me faltas.
                    Mientras sus ojos se aguaban,
                    Yo acariciaba su cara…”

                       Anuchy Ulloa