jueves, 5 de julio de 2012

EL DIAMANTE


La palabra Diamante viene del griego “adámas -adámantos”, que significa invencible ó inalterable. No en vano su dureza llega al tope en la escala de Mohs. Tiene un 10.
Químicamente es carbono cristalizado, que puede aparecer en diversos colores como el azul, verde, gris, negro, amarillo, marrón, rosa e incoloro.
Sus yacimientos más importantes se encuentran en India, Siberia, diversos países de África, Brasil y Venezuela.
TIPS, HISTORIAS, MITOS, LEYENDAS Y CREENCIAS:
  • El diamante se forma a más de 140 kilómetros de profundidad del suelo. El carbón, sometido a temperaturas de 1.000 a 1.300ºC, junto  a presiones muy elevadas, se cristaliza y es bajo esas condiciones que, a través de millones de años, obtenemos esta piedra sin igual. Son las actividades volcánicas  las que permiten que los diamantes lleguen a la superficie para ser recolectados.
  • En veinte siglos de búsquedas de diamantes, sólo se han encontrado doce millones de quilates (en bruto).
  • No todos los diamantes tienen la calidad suficiente como para ser tallados y convertirlos en joyas, pero cuando las condiciones de la piedra son las adecuadas, se talla y se faceta. Así es como pasa de llamarse Diamante a  “Brillante”. Aunque hablo en general, me provocó ponerlo en mayúscula, como los nombres propios.
  • En la industria se usa para cortar y tallar todo tipo de piedras y metales, por duros que sean. Inclusive, se ha llegado a usar en la perforación de pozos petroleros.
  • En medicina también tiene varios usos. Destaco un instrumento de alta precisión, llamado “Bisturí de Diamante”. Fue inventado por un científico venezolano de nombre Humberto Fernández Morán. Este bisturí se emplea en microcirugía. Su hoja es de diamante.
  • El diamante es tan duro, que si se somete al fuego queda intacto, mientras que todo a su paso podría derretirse. Para que se hagan una idea: el  punto de fusión del diamante es dos veces y medio más alto que el del acero. Por lo tanto, la dureza del diamante hace que sea capaz de desgastar cualquier otro compuesto o material existente sobre la faz de la Tierra, al punto que un diamante sólo puede ser cortado con otro diamante.
  • Esta roca, una vez convertida en joya, ha sido y sigue siendo una de las inversiones más seguras que se puedan hacer. Es necesario aclarar que para que la inversión sea rentable, la gema debe pasar de un quilate.
  • ·        Cuando la luz cae sobre un diamante tallado, provoca centelleos de luces con todos los colores del arco iris. Este fenómeno se conoce como “fuegos del diamante”.
  • El diamante más importante extraído en suelo venezolano es el famoso “Barrabás”. Lo encontró Jaime Hudson (apodado “Barrabás”) que era un humilde minero, hijo de padre trinitario y madre venezolana. Este hombre de las minas, de la noche a la mañana se hizo rico con el hallazgo de un diamante de alta pureza que pesaba 154 quilates y que pasó a engrosar la lista de los diamantes más valiosos del mundo. La riqueza de Barrabás (el minero) le duró muy poco tiempo porque  el dinero de su recompensa no tardó en despilfarrarlo en juergas y mujeres, con lo cual, nuestro héroe minero volvió a la pobreza y a la mina que lo había hecho rico, buscando otro golpe de suerte, que nunca llegó. Jaime Hudson (Barrabás), murió en la más absoluta pobreza pero su nombre pasará a la historia a través de un diamante de alta pureza encontrado en las ricas tierras de La Guayana de Venezuela.
  • Hay un famoso diamante llamado “Diamante Libertador”. El nombre se le puso en honor al Libertador Simón  Bolívar. Esta piedra, de 155 quilates fue encontrada en el año 1.942 en La Gran Sabana de Venezuela.
  • El diamante más grande del mundo se encontró en una mina de África, cuyo dueño, se llamaba Thomas Cullinan. La roca, que pesaba más de medio kilo (aprox. 3.000 quilates), se bautizó como “Cullinan”. Más tarde, en bruto, así como se había extraído de la mina, fue regalada al Rey Eduardo VII de Inglaterra, el día de su cumpleaños. Del diamante Cullinan se extrajeron nueve piedras espectaculares, denominadas “Las nueve estrellas de África”. Pertenecen a la Corona de Inglaterra.
  • África es famosa por sus minas diamantíferas. Dos tercios de los diamantes extraídos en el mundo provienen de allí. La extracción de esta cotizada piedra ha “financiado” muchos conflictos bélicos. Estas gemas destinadas a financiar guerras, se les conoce como “Diamantes de Sangre”. Ante la presión internacional para controlar la introducción al mercado de gemas de dudoso proceder, en el año 2.000, el World Diamond Congress (Congreso Mundial de Diamantes), creó las bases del Kimberley Process Certification Scheme (Proceso Kimberly Esquema de Certificación), en el que se establecen las pautas para la extracción y comercialización de diamantes y así evitar que sigan siendo una fuente de sustento para las guerras y para asegurar al comprador, vía certificado (Kimberley Certification), que su piedra es libre de conflicto. Lamentablemente este esfuerzo ha fallado. Si están más interesados en el tema, les recomiendo que vean la excelente película Blood Diamond (Diamante de Sangre) protagonizada por: Leonardo DiCaprio, Djimon Hounsou y Jennifer Connelly.
  • ·  En el ámbito espiritual, el diamante tiene poderes que cubren todos los campos energéticos.
  • El origen de la tradición en la que el novio entrega a su prometida como regalo de compromiso un anillo de brillantes, remonta sus origentes al siglo XV cuando el Archiduque Maximiliano de Austria entregó a su prometida María, hija del duque de Borgoña, un anillo de compromiso con diamantes.
  • Aquel que tenga la gloria de llegar a los 60 años de matrimonio, habrá cumplido sus bodas de diamante.
  • Una curiosidad: Dentro de las distintas variantes del diamante, al negro o carbonado, se le considera una rareza. Su proceso de formación ha sido muy debatido y aunque se han discutido diversas hipótesis sobre su origen, la que cobra más fuerza en la actualidad es la que sostiene que estos diamantes proceden del espacio  y que se han formado  tras la explosión de una estrella supernova que, al “morir”, formó asteroides compuestos por este tipo de diamantes, los cuales impactaron al planeta hace 2.600 a 3.800 millones de años atrás, en un período de tiempo en que La Luna y La Tierra eran frecuentemente “bombardeadas” por rocas del espacio exterior. Los yacimientos del diamante negro se encuentran únicamente en Brasil y la República Centroafricana.
  • Durante siglos se ha intentado replicar a los diamantes. La “copia” visualmente más parecida es la Zirconia Cúbica (forma cristalina cúbica del óxido de zirconio) y aunque tiene una alta dureza (8 en la escala de Mohs), no pasa de ser una buena imitación del “Rey de las piedras”.
  • Les voy a contar algo que quizás para muchos podrá ser increíble, pero les aseguro que es cierto. En la actualidad, hay varias partes del mundo (Alemania, Suiza, España y Estados Unidos), en donde existen empresas de servicios fúnebres que entre las opciones que ofrecen a los familiares del difunto, está la de convertirlo en un diamante. El cuerpo humano contiene un alto porcentaje de carbono y como les dije al principio, el diamante es carbono cristalizado. Pués bien, les explico el procedimiento: se extrae el carbono de las cenizas del cadaver y luego se somete a altas temperaturas y presiones, en un proceso que dura varias semanas, entre 5 y 10 aproximadamente. Así, en un tiempo tan corto, se logra un cristal que, en condiciones naturales, su formación llevaría siglos. De este proceso se obtiene un diamante tan auténtico, que va acompañado de un certificado del Instituto Gemológico del país correspondiente. El color del diamante de un ser querido puede variar del azul claro al blanco con reflejos azules, dependiendo de las características del carbono extraído de las cenizas (que no pueden tener más de 10 años de antigüedad) y su precio en el mercado podría oscilar entre los 3.600 y 11.500 €, precio que varia según el quilataje y belleza de la gema. ¡Ah! y si esto les parece poco, les comento que en el servicio también incluyen la opción de grabar microscópicamente sobre la gema el nombre del difunto…o de una mascota, porque también se puede hacer un diamante de un animal. Hace algún tiempo, cuando me enteré de este avance de la ciencia, les confieso que sentí un no sé qué porque, si bien es cierto que esto puede ser un “recuerdo sublime”, también puede desconcertar un poco, en fin… no sé explicarme.



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