Parece que fue ayer cuando les hablaba del carbón y “mi historia” con él en una lejana y fría Navidad europea. Ya pasó un año de este relato y no sé si ustedes tendrán la misma sensación que yo pero este año voló. Ya estamos a pocos días de Diciembre y con él, otro año que se va. Vuelven los días de reflexión y propósitos de enmienda. Cada año ocurre lo mismo, como si más que un firme deseo, fuese otra tradición sumada al montón de ellas que nos empujan a cumplir. Ojalá que acabando el 2011, podamos sentirnos todos en sana paz, con nosotros mismos y con todo lo que nos rodea. Eso sería maravilloso.
Bueno, hoy comienzo a despedir este año y lo haré con dos “piedritas” del camino, por cierto, muy emblemáticas en estas fechas.
LA MIRRA
La mirra, al igual que el ámbar –del que ya les hablé- es una resina de origen vegetal. La diferencia entre ambos es que la mirra sólo se obtiene del árbol Commiphora myrrha, haciéndole a éste una incisión en la corteza, de la cual manará una resina gomosa de color amarillo, que una vez seca, adquiere una tonalidad pardo-rojiza. Es una sustancia resinosa aromática.
HISTORIAS, MITOS, LEYENDAS Y CREENCIAS:
· Mirra proviene del latín myrrha.
· En tiempos del Imperio Romano, la mirra era empleada como anestésico. Era una costumbre mezclarla con vino y dar a tomar esa preparación a los moribundos o condenados a muerte, para aliviarles el dolor.
· Hay varias historias en la mitología griega sobre Mirra, pero todas coinciden en que era una bella doncella, la madre de Adonis, que fue castigada por Afrodita convirtiéndola en árbol.
· Se dice que Esmirra o Mirra, la hija de Tías, rey de Asiria, dio nombre a la ciudad homónima de Turquía: ESMIRRA.
· Debido a la variedad de usos que se le daba, la mirra tenía un elevado valor en la antigüedad, pues era empleada para la elaboración de perfumes, ungüentos, para diluir la tinta con la que se escribían los papiros e incluso para embalsamar a los muertos, pues su olor “disimulaba” el de la putrefacción del cuerpo y también, ayudaba a su preservación.
· Según la tradición cristiana, esta resina endurecida, fue uno de los regalos dados al Niño Jesús por parte de los Reyes Magos. Cada regalo tenía un significado especial y la mirra representaba la naturaleza humana de Jesús. Aunque hay alguna confusión acerca de cuál fue el regalo de cada Rey, al parecer, la mirra fue entregada por el Rey Baltasar y simbolizaba el sufrimiento y la futura muerte del hijo de Dios, pues como ya les dije, se empleaba para embalsamar a los muertos. Además, su color rojizo representaba la sangre del hombre, presagiando así la sangre que Jesús derramaría para la salvación de la humanidad.
· Actualmente, la mirra se usa en la elaboración de enjuagues bucales, pastas de dientes e incluso antisépticos.
EL ORO
Es un metal precioso, relativamente blando y de color amarillo. Su símbolo es Au, que tiene su origen en el latín aurum, y que significa "brillante amanecer". Escribiendo esto me vinieron a la mente mis tediosas clases de latín en el colegio Salesiano María Auxiliadora –simple reflexión-.
Los principales países productores de oro son China, Australia, Estados Unidos y Rusia.
HISTORIAS, MITOS, LEYENDAS Y CREENCIAS:
· Los metales preciosos son escasos y eso tiene una explicación científica, quizás un poco compleja. Sólo diré que todo el oro que hay en nuestro planeta proviene del espacio, producto de la explosión de una estrella supernova. Así se “forma” el oro.
· Si uniéramos todo el oro del planeta, tan sólo podríamos hacer un cubo de 15 metros de lado.
· El proceso de extracción del oro es muy contaminante ya que se emplea el mercurio para separar el preciado metal del resto de las otras arenas y piedras. Esto me preocupa porque contaminan ríos y tierras circundantes y con ellos, a todos los seres vivos que habitan en la zona.
· Para que el oro se endurezca y darle usos duraderos, como por ejemplo para elaborar joyas, es necesario hacerle aleaciones con otros metales, es así que aparece con distintos colores. Ejemplos:
o Oro amarillo, es una mezcla de oro, plata y cobre
o Oro rojo, es una mezcla de oro y cobre.
o Oro blanco, es una mezcla de oro, paladio y plata.
· Antiguamente se creía que ingerir la comida servida en platos de oro, ayudaba a prolongar el tiempo de vida y retardar el envejecimiento.
· Aunque el ingerir oro resulta tóxico para el ser humano, durante la gran peste negra en Europa, algunos alquimistas pensaron que podrían curar a los enfermos haciéndoles ingerir oro finamente pulverizado. No sé yo cuáles serían los resultados…
· En los Balcanes, en la Necropolis de Varna, se han encontrado cuerpos adornados con piezas de oro que datan del siglo IV AC.
· El Rey Midas –el que todo lo “convertía” en oro- realmente existió y gobernó en Frigia (Asia Menor, actual Turquía) entre el 740 y 696 AC. En ese periodo de tiempo su reinado alcanzó un esplendor tal, que llamó la atención de los griegos, convirtiéndolo en el mito que hoy todos conocemos. Al parecer, su visión para la prosperidad rivalizaba con sus ansias de guerra, siendo esto el principio de su fin, pues tras instigar a los distintos principados de Asia Menor para que atacaran al rey Asirio Sargón II, éste le respondió tan contundentemente que a Midas no le quedó más remedio que declararse su vasallo para conservar la corona. Por si esto fuera poco, tiempo después, el ataque de los nómadas cimerios con la consabida destrucción de la capital de su reino lo llevaron a suicidarse. La moraleja que saco de esta historia es que todo el oro del mundo no vale nada si no se tiene paz.
· Debido al alto valor del oro, la mayoría de los países del mundo suelen respaldar su moneda local invirtiendo parte de sus reservas en él.
· El primer regalo dado al Niño Jesús por parte de los Reyes Magos fue el oro, pues el valioso metal, desde tiempos inmemorables, ha estado relacionado con la riqueza y el poder y, a través de él, se representaba la naturaleza Real de Jesús: el Rey de Reyes. Esta preciosa “piedra” de metal, le fue entregada al Sagrado Niño por el Rey Melchor.
El incienso fue otro de los tres regalos ofrecidos por los Reyes al Niño Jesús. El incienso, al igual que la mirra y el oro, tampoco es una piedra propiamente dicha, sino una resina, o la mezcla de varias de ellas que sirven para perfumar el ambiente y le fue entregado al Niño Jesús por el Rey Gaspar. Simbolizaba la naturaleza Divina del Niño.
Creo que en las Sagradas Escrituras no se especifica cuál de los Magos de Oriente llevaba éste u otro regalo. Eso –según tengo entendido- se fue escribiendo más adelante y quedó así, como una tradición más para contarle a los niños.
Desde este rinconcito, a golpe de teclado y con mucho cariño, me despido de todos mis lectores, tanto los del magazine como los seguidores de mi blog, deseando, de todo corazón, que el año que viene sea de mucha paz y felicidad.
Anuchy Ulloa
